El Retorno al Paganismo ( Primera Parte)

Antes de la llegada de las religiones globalizadas, las que intentaban llegar a los oídos de todos, los países y sus pueblos tenían sus propios pensamientos, sus propios sentimientos hacia la tierra, sus propias costumbres y formas de adorar a lo que ellos admiraban, a lo que los asombraba en el día a día. Por supuesto, ésto pasaba en todos los lugares, recónditos o no, dónde hubiera vida humana.

Uno de los estilos de música que más me gusta surgió de éste sentimiento de nostalgia y pena, mezclados con el odio de haber sido alejados de sus religiones, de sus costumbres.
Se llama Black Metal, éste nombre lo tomó del disco de la banda inglesa Venom de ese mismo título.
A pesar de que los críticos y mayoría de "charlatanes" dicen que el black metal es satánico, la verdad es que hay más de pagano en lo que ellos ven como diabólico.
Las cruces invertidas de los miembros de las bandas, el acercamiento a la muerte, y el uso de la estrella de cinco puntas o " pentagrama", ésta estrella simbolizaba con sus cinco puntas la tierra, el aire, el agua, el fuego, y el espíritu.

También fué usado por Pitágoras, que lo utilizaba como un símbolo de salud, y sus seguidores se reconocían por el uso de éste.
También lo usaron como símbolo ciertos cristianos en los tiempos medievales.
Pero al extenderse el cristianismo rápidamente por el continente viejo, y llegar a lugares donde imperaban filosofías y pensamientos distintos arrasó con ellos y los usó para explicar al demonio. De ahí que se crea que el pentagrama es usado por los brujos y magos, que obviamente eran paganos y no tenían ollas gigantes donde cocinaban nenes.
Todo lo que no era cristiano era malo, era producto del demonio, o de algún otro ser culpado injustamente.

Pero un grupo de jóvenes noruegos a los que les molestaba la desaparición de sus costumbres y creencias, decició demostrar que aún hoy en día recuerdan que sus templos fueron re-adornados con cruces de un dios que no es el de ellos; historias de tierras que no son las suyas, memorias que no recuerdan porque sus antepasados no son los mismos. A sus antepasados se les prohibió adorar a su tierra, contar sus historias y memorizar los recuerdos.
Y se recuerda.
No se trata de ninguna venganza, sino de el intento de unos pocos de retornar a lo que fueron.

Así crearon el Inner Circle.
Sigo después...

El porqué de Cenizas y Tierra

Hace tiempo que quería tener algún lugar para escribir aparte de simples hojas que terminan perdidas en el fondo de cajones, o en otro lugar de mi cuarto. Cuando abrí la página del blog, me di cuenta que ya había tenido yo uno de éstos; pero su vida fué muy corta debido a que no le di mucha atención, y parece que se enfermó y murió, o por lo menos algo así paso; porque lo encontre en un hueco; muy feo, triste y desarreglado.
Lo quise resucitar simplemente porque me dió pena, y ya estaba ahí.
Así que lo único que hice fué darle un nuevo nombre, y empezar a decorarlo de nuevo, aunque sigue siendo oscuro y feo; ésto es algo que yo no puedo cambiar.

Las cenizas se deben a que siento que estoy renaciendo, algo se está despertando, y todavía no sé bien qué es. Y siempre hay que revivir. Todo gira. Todo vuelve.
Hay que aprender a asombrarse, como cuándo éramos chicos, hay que hablarles a los árboles, a todo lo que nos rodea. Demasiado tiempo hemos vivido con los ojos cubiertos, es hora de renacer.
A eso se debe la tierra, nosotros somos tierra, polvo; hay que empezar a ser un nene devuelta, preguntar el porqué de todo, y vamos a ver lo poco que sabemos de lo que gira y vive alrededor nuestro.
El hombre cambió, mil veces, pero sigue siendo lo mismo.
Las religiones nos dieron las enseñanzas de cómo es mejor vivir, pero vivimos mejor sin ellas.
Deberíamos haber sido pastores de animales, sus cuidadores, NO sus asesinos.
Deberíamos haber permitido el avance de las especies, NO haberlas extinguido.
Deberíamos haber cuidado la tierra, no destruirla.

El daño ya está hecho, pero puede ser aún más grande.
Lo más importante de ésto es volver a ser el nene. Estamos muy apurados en ser más grandes, pero todavía no terminó nuestra infancia.

Bueno, ya está.